martes, 18 de junio de 2013

Conectar con la emoción


El pasado 6 de junio participé en mi primer evento TEDx y la emoción que sentí me resulta imposible describirla con palabras. Y eso que sólo participé como espectador. Creo que un evento de este tipo no se debe contar, hay que vivirlo, pero contándolo espero generar la suficiente curiosidad como para que alguien se anime a acudir a alguno, y entonces habrá merecido la pena.

En estos tiempos repletos de noticias desesperanzadoras, quiero escribir también sobre aquello que me emociona, que me anima, que me llena de energía. Y si además de ser positivo lo puedo compartir, la existencia de este blog tiene mucho más sentido.

El formato del evento es muy potente, absolutamente motivador, es casi un espectáculo. No son conferencias al uso, son miniconferencias (TEDtalks) de veinte minutos, lo que da un dinamismo al evento que casi produce vértigo. No hay mesas, no hay sillas, no hay largas presentaciones, nada que encorsete o genere barreras. El ponente se sitúa en un escenario negro desprovisto de elementos que distraigan, de pié sobre una alfombra roja en forma de círculo, “apuntado” por un foco de luz. Una pantalla en el suelo va marcando el tiempo, que está totalmente medido. En este evento, en Arroyo de la Encomienda (Valladolid) eran doce ponentes, a cada cual mejor.
           
            La selección de los participantes es clave en el éxito de una jornada como esta, cuyo objetivo es la transmisión de ideas que merecen ser difundidas. La filosofía de los eventos TEDx (su significado es: Tecnología, Entretenimiento, Diseño) es simple: “potenciar el poder de las ideas para cambiar el mundo”. Son eventos locales organizados de forma independiente y sin ánimo de lucro, con una finalidad muy clara: la difusión de ideas, poner el acento sobre el capital humano.

            Me enteré del evento por Montse Neira, una mujer que me ayudó mucho en mi Trabajo de Fin de Grado y a la que debo en gran medida mi pasión por el tema. Me dijo, ya hace tiempo, que sería una de las participantes. Estaba todo dicho, allí estaría. Por fin pude conocerla en persona y disfrutar de su amabilidad, su ternura y su lucha pacífica. Su intervención fue absolutamente emotiva, porque habló de su experiencia, de su vida, de sus sentimientos, de cómo superar las dificultades y cómo convertir los problemas en oportunidades. El título de este escrito hace referencia a lo que ella consiguió: conectar con la emoción de los asistentes.

            Montse comenzó a ejercer la prostitución a los 28 años al verse sola con un hijo al que mantener, con el tiempo decidió darse otras oportunidades y comenzó a estudiar. Hoy es licenciada en ciencias políticas, ha escrito un libro sobre su experiencia y continúa ejerciendo la prostitución. Es una mujer generosa y valiente a la que le gusta contar su experiencia, por eso acude allí donde quieren oírla y se ha convertido en una activista y luchadora incansable. Sus últimas palabras la describen: “la prostitución me ha dado oportunidades: soy madre, soy hija, soy ama de casa… amo la vida y soy feliz”.

            Poco antes que ella intervino el genial Pedro Chillón, economista y músico. Como si estuviese hablando de Montse una de sus canciones dice: ¿quién eres tú para juzgar, lo que está bien, lo que está mal?
           
            Debería nombrar a todos los participantes, pero no quiero extenderme demasiado. Gracias a Felipe San Juan y a Pedro Chillón, con quienes tuve breves y agradables charlas; y gracias a Esther y a Mariano, de la organización, con quienes también pude intercambiar algunas impresiones. Y por supuesto a mi magnífica acompañante, Elena, que colaboró mucho para que la tarde fuera mágica.

            Para finalizar me gustaría sacar dos conclusiones y hacer una recomendación: los Servicios Sociales tienen mucho que ver con lo que promueven los eventos TEDx, tenemos un gran capital humano, por un lado, que debemos rentabilizar, y por otro, somos generadores de ideas que merecen ser difundidas. Quiero animar a mis compañer@s de profesión a que no nos estanquemos, que no nos dejemos llevar por los “malos tiempos” pues estos tiempos están llenos de oportunidades si sabemos mirar. La recomendación va en esa línea, un video-regalo que habla de los enemigos de la creatividad: ¡a vencerles!





P. D. Para terminar quiero informar a todas las personas que este miércoles se puedan acercar a Salamanca, de una actividad organizada desde el Colegio de Trabajo Social llamada "El Valor de la Proximidad en Riesgo" en la que reflexionaremos sobre la reforma de la Administración Local. Será en la Universidad de Salamanca, en la Facultad de Ciencias Sociales (Salón de Grados), a las 17:30 horas. Información en este enlace. ¡Os espero!

2 comentarios:

  1. "¿Quién eres tú para juzgar, lo que está bien, lo que está mal?". Perfecta pregunta. Se nos olvida, a todos y con demasiada frecuencia, aquello de "No juzguéis y no seréis juzgados(...) con la vara que mides serás medido".

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  2. No juzguéis y no seréis juzgados es una frase de la Biblia, Arturo, mira si tiene años...
    Lo que pasa que lo solemos decir mucho, pero acabamos juzgando con demasiada frecuencia. Es un ejercicio de reflexión y autoanálisis que deberíamos hacer habitualmente. Gracias majetón!!

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