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lunes, 16 de diciembre de 2013

Cabezas de turco


Montaña Nemrut. Turquía.
         
          En la época de las Cruzadas, la rivalidad entre cristianos y turcos era tan grande, que cuando los cruzados mataban a un turco, tenían la edificante costumbre de cortarle la cabeza y clavarla en una pica, poniéndola a la vista del resto y acusándole de todos los males, reales e imaginarios. Parece que de aquella hermosa tradición viene la expresión "ser cabeza de turco", cuando una persona o grupo social, por ignorancia o de forma intencionada, es considerado culpable de males de los que en realidad no son responsables

          Parece demostrado que los humanos somos gente muy cazurra y seguimos cometiendo los mismos errores de siempre, por eso necesitamos cabezas de turco ante la imposibilidad de aceptar de forma responsable las consecuencias de nuestros actos. En tiempos de crisis sacamos lo peor de nosotros mismos, y la crisis económica actual lo pone de manifiesto. La lucha por los recursos es dura, pero llama mucho la atención que se busquen excusas para encubrir la verdadera causa, que no es otra que el dinero. Y acaba ocurriendo algo demencial: aparecen las más duras críticas teñidas de xenofobia y racismo.

          Los más débiles sufren las peores consecuencias, otra cosa que no cambia con el devenir de los tiempos. Y en el último escalón de vulnerabilidad están los inmigrantes. No están en su país ni en su entorno, tienen menor apoyo familiar y social, menor arraigo, menos oportunidades, más dificultad para el acceso a los recursos, mayores trabas burocráticas y para colmo de males les utilizamos de cabezas de turco como si fueran culpables de nuestra crisis. En este sentido os recomiendo una entrada del compañero Nacho Santás en su blog, que va de rumores: Se rumorea que "se lo damos todo" a los inmigrantes. Nacho nos demuestra que los extranjeros tienen mayores dificultades que los nacionales para acceder a los recursos. 

           Me preocupa mucho este tipo de actitudes y me preocupa mucho que seamos tan egoístas. Nadie se quejó cuando aceptaron los trabajos que aquí no queríamos, hemos puesto en sus manos a nuestros mayores, a nuestros enfermos, a nuestros niños... lo que supuestamente más queremos, pero ahora pretendemos echarles, y si intentan entrar, les recibimos con cuchillas. Esto de las concertinas en Ceuta y Melilla es una metáfora de lo que se van a encontrar si vienen a España con intención de quedarse: que sepáis que habéis venido a sufrir.

          En estas reflexiones estaba cuando mi compañera Eva Aguado me pone sobre la pista de lo que está pasando a nivel europeo. No nos despistemos, si la xenofobia social es preocupante, la xenofobia institucional es un problema muy grave porque afecta a los derechos humanos. A partir del uno de enero de 2014 Rumanía y Bulgaria entran en el régimen de supresión de fronteras y esta circunstancia está haciendo que a los gobernantes europeos se les caiga la careta. Reino Unido, Francia, Holanda y otros países, no parecen muy por la labor de una integración real. De España no diré nada, que nosotros somos menos sutiles y ponemos cuchillas. Si queréis conocer un poco más este asunto podéis pinchar aquí o aquí, aunque encontraréis mucha información por la red.

          Lo más llamativo son las justificaciones que utilizan los mangantes mandatarios europeos para su rechazo a la libre circulación: este tipo de inmigración viene a aprovecharse del sistema de bienestar de los países más ricos y van a pretender beneficiarse de las ayudas sociales. Me da hasta vergüenza transcribir esto, pero alguien tiene que decirlo.

          Volviendo a España y por aportar algunos datos, hemos de tener muy presente que ahora somos nosotros los que nos vamos fuera. En 2012 la población española residente en el extranjero aumentó un 6,3% con una cifra total de casi dos millones de personas. Son muchos españoles por el mundo ¿no creéis? Y la tendencia es que cada vez se vaya más gente en busca de oportunidades en países más prósperos. En el lado contrario, son casi cinco millones los extranjeros residentes en España, habiendo disminuido un 4% en el primer semestre del 2013. Si siguen así las cosas, en unos años la cifra podría invertirse, sobre todo teniendo en cuenta cómo les tratamos. Con tantos españoles fuera de España, nuestro gobierno tiene la cara dura de dejar a 900.000 inmigrantes sin tarjeta sanitaria en nuestro país.

          Como no quiero terminar con un balance negativo, comparto otro artículo que nos viene a decir que en España, a pesar de la crisis económica y de los ataques institucionales a los inmigrantes, somos bastante más civilizados que nuestros gobernantes, y no se han generado excesivos problemas de xenofobia, más bien al contrario, pues nos hemos unido en movimientos sociales de apoyo mutuo. El artículo aquí

De nuevo surge la dualidad que tanto me gusta, como esa raíz de la mandrágora que a lo largo de la historia se ha utilizado como potente veneno, pero también para crear fármacos que curan enfermedades y mitigan dolencias. Así que al mismo tiempo que sale lo peor que el ser humano lleva dentro, capaz de echar todo su venero y toxicidad contra otros grupos humanos, también sale la parte sanadora y más humana, la capacidad filantrópica de ayuda desinteresada, de acogimiento, de comprensión, de respeto.



P.D. Que no nos engañen ni nos manipulen, no busquemos cabezas de turco, busquemos soluciones.



9 comentarios:

  1. Hola Eladio,
    espero que ahora se publique mi comentario :).
    He vivido cinco años fuera de España, en la UE, aún así se siente el ser extranjero, ya que hablas con otro acento y se nota que eres diferente. Tiene sus cosas buenas y también sus cosas duras.
    Una de las buenas fue acostumbrarme a la interculturalidad, ya que por Europa la inmigración es mucho más antigua que en España. Cuando volví a España la gente me parecía muy racista.
    Pero bueno, está visto que una cosa es lo que piense la gente y otra son los intereses políticos. Cosa que se ve perfectamente en el tema de la inmigración irregular. Al menos en España siempre ha interesado que existiesen, tanto por parte del gobierno como por parte de los que los empleaban sin contrato, así se ahorraban la cotización.
    Estudiar lo que estudio me sirve para ver cómo se financia la sanidad en este país, con lo que no tiene ningún sentido que se les deje sin tarjeta sanitaria, ya que sí aportan al sistema.
    En la crisis del morro, todo vale.
    Un abrazo :)

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    1. Tu perspectiva es muy interesante Carolina, pues aún habiendo residido en la UE, no dejas de ser extranjera en otro país. Has apuntado además a algo muy importante, los intereses respecto a la inmigración irregular, es tremendo que ahora que ya no nos sirven, les tratemos de esa forma.
      Me gustaría saber más respecto a lo último que comentas de la tarjeta sanitaria. Siempre aportas mucho a este blog, muchas gracias, compañera!!

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    2. Lo del tema de la tarjeta sanitaria. Si no me equivoco, para tener tarjeta sanitaria había que estar empadronado, y para estar empadronado no es necesario estar en situación regular. Bien, con la reforma sanitaria del 2012, muchos extranjeros sin papeles se quedaron sin tarjeta sanitaria, y solo tienen derecho en situaciones de urgencia, embarazo y parto y los menores.
      Yo creo que mucha gente no sabe que la sanidad se financia con impuestos, no con las cotizaciones sociales. Y uno de estos impuestos es el IVA. Así que mi reflexión va por ahí. Si vas al supermercado pagas el IVA y con eso estás contribuyendo a muchas cosas en España. Así que poco o mucho, TODOS estamos contribuyendo al Sistema Nacional de Salud. Esto es lo que quería transmitir.
      Me alegro mucho de aportarte algo, para eso estamos, para aportarnos los unos a los otros :) :) :).

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  2. ¿Quiénes ordenan instalar las cuchillas? ¿Quiénes aprueban las leyes de extranjería que sitúan a los inmigrantes en la precariedad más absoluta? ¿Quiénes están tan interesados en difundir ese mensaje inculpando a los más débiles y desfavorecidos de los males de la sociedad?

    Efectivamente, nuestras autoridades públicas. Las mismas que miran para otro lado con los casos de corrupción y se encubren mutuamente, las que politizan la justicia para cubrirse las espaldas, las que piden que se juzgue con severidad a cualquiera... excepto en el caso de que sea hija del Rey o Mosso d' Esquadra, en cuyo caso piden respeto a la presunción de inocencia y hacen todo lo posible e imposible por taparles.

    Cada vez más ciudadanos estamos hartos de esta panda de mangantes que no hacen más que robarnos mientras se ríen de nosotros. La raíz del problema es la enorme cantidad de poder que hemos permitido que acumulen unos pocos a costa de la inmensa mayoría de la ciudadanía. Hay que conseguir que la sociedad civil retome el control, pues lo que se demuestra -como en el caso de los inmigrantes- es que los ciudadanos somos mucho más solidarios y responsables que la casta política que nos malgobierna.

    Es imprescindible que no nos dejemos engañar e identifiquemos el verdadero problema: nuestros enemigos no vienen ni de desiertos remotos ni de montañas lejanas, como decía aquel, sino que los tenemos delante de nuestras narices. Para conseguir una sociedad más abierta, tolerante, plural, democrática e integradora necesitamos una ciudadanía fuerte que sea capaz de dirigirse a sí misma. Más sociedad civil y menos gobierno.

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    1. Qué bueno verte por aquí,compañero!! Y además metiendo caña, como es tu costumbre. No puedo estar más de acuerdo contigo, creo que no nos merecemos la clase política que tenemos, aunque también es verdad que debemos reaccionar con más contundencia para no permitirles tantos atropellos y tantas injusticias. Utilizan la ley y el poder en su beneficio siempre, por eso debemos mostrar nuestra auténtica fuerza.
      Gracias por tu comentario que aporta mucho valor!

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  3. Un post sencillamente brillante, para españoles, para extranjeros y para los que estamos prácticamente en medio. Se me ocurren mil cosas que comentar al respecto, pero casi que mejor lo dejamos cuando tengamos un café o una cervecita de por medio.

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    1. Que me digas esto me alegra muchísimo. He intentado mostrar lo que me preocupa y lo que me indigna, destacando además los aspectos positivos, que como siempre, se refieren a la ciudadanía que no merecemos las decisiones que toman desde arriba.
      En nada comentaremos esas mil cosas que se te ocurren. Un abrazote!!

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  4. Es un tema realmente interesante.
    Por un lado el gobierno pone concertinas que matan a personas (me recuerda, en otro contexto, por supuesto al Muro de Berlín) aun sabiendo que es el paso de inmigrantes menor que tiene España. Todos sabemos que el mayor número de inmigrantes procede de América Latina y es un flujo que evidentemente acude a nuestro país por avión. El gobierno del Sr Aznar potencio y facilito este tipo de inmigración para como muy bien dices ocupar puestos de trabajo que muchos españoles ya no querían (algunos españoles si pero bajo tanto el nivel- precio de dichos servicios que nadie quería contratar a un español por un salario justo que simplemente tuvieron que ir a buscar trabajo en otros sectores o engrosar las filas de parados). En todo caso decir que ya desde entonces e incluso antes se les trataba como “personas de segunda clase”.
    Cuando las filas el paro aumentaron y ya no le convenía a el “País” según nuestros gobernantes se les facilito el “retorno voluntario”, cobrar el paro si tenían derecho en una vez si se marchaban etc…
    Pero qué pasa con los inmigrantes africanos estos no tienen ninguna clase de derechos, solamente morir en pateras un muro infranqueable que si lo intentan les produce heridas tremendas de las que en muchos casos ni siquiera pueden recibir atención médica en nuestro país. Devoluciones en caliente….
    ¿Quién contrataría a un negro para cuidar su casa o a sus padres? ¿Cuántas personas negras has visto trabajando de cara al público en hostelería? etc…
    Por lo tanto también existen inmigrantes de varias categorías.
    Podríamos extendernos mucho hablando de este tema.
    España siempre fue un país racista pero hasta que no vinieron inmigrantes “en masa” al parecer no lo sabíamos.

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    1. Qué bueno que se recuperen entradas antiguas, que sin embargo, siguen tan de actualidad. Te agradezco esto especialmente, Beatriz.
      Por otra parte no puedo estar más de acuerdo, y es un tema muy interesante y muy sangrante a destacar, que incluso dentro de la población inmigrante, los hay de diferentes clases en función de cómo nuestra sociedad (y nosotros mismos) les trata/tratamos.
      Y luego está el tema que comentas, las políticas conscientes dirigidas a que esta segregación ocurra en la práctica.
      Gracias por tu comentario y por lo mucho que aportas con tu opinión. Compartiendo y comentando, crecemos juntos. Un abrazo.

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