¿Y si ejercemos el trabajo social en equipo y con alegría? |
A veces me cuesta comprender a las personas que piensan que el ejercicio del trabajo social puede ser una cuestión individual, me cuesta comprender la pérdida de la perspectiva del trabajo en equipo, del diseño conjunto de estrategias (incluso políticas), la visión comunitaria, o la intervención multi e interdisciplinar. Y también me cuesta el "todo para el usuario, pero sin el usuario" (podemos sustituirlo por cliente, destinatario, etc.).
Es cierto que resulta más cómodo hacer las cosas a tu ritmo, a tu modo, sin contar con nadie, pero a mí eso no se me da bien. Reconozco que vengo con esa tara de fábrica y aunque mi organización es en ocasiones caótica y también lo es mi mente, por lo que trabajar conmigo puede no ser sencillo, necesito compartir el espacio de intervención. Eso hace que la responsabilidad también esté repartida, y aunque no suelo eludir en ningún caso mis responsabilidades, me parece una ventaja a tener en cuenta (de alguna forma habrá que venderlo ¿no?).
En los años que llevo ejerciendo el trabajo social he aprendido algunas cosas que funcionan y muchas otras que no, quizá ese haya sido el mayor logro, todo aquello que definitivamente puedo descartar. Y como en gran medida he descartado el trabajo individual, he necesitado formar parte de equipos y proyectos colaborativos que me han enriquecido mucho, aunque hayan supuesto también importantes quebraderos de cabeza. No importa, de las cosas fáciles me canso pronto.
El Colegio de Trabajo Social, el Comité antisida de Zamora, la asociación Iguales, siguen siendo proyectos que me interesan y en los que siento que puedo hacer algo por la comunidad. Lo mismo ocurre en mi trabajo en Servicios Sociales, a veces el margen de maniobra es pequeño, los procedimientos están previamente determinados, pero ahí está el reto, que sea más difícil no quiere decir que sea imposible: trabajar en equipo, consultar, contrastar, planificar, evaluar y buscar algo de creatividad, puede marcar la diferencia. Y compartir los resultados, lo que se ha venido en llamar buenas prácticas o la creación del conocimiento: debemos tener una mayor generosidad en beneficio de todas y no hacerlo únicamente como mérito profesional.
Se me ocurre un ejemplo para hacer más visual esta idea, que aunque creo que es bastante básica ¿realmente nos lo creemos y lo aplicamos en el día a día?
Desde hace algo más de dos años practico PATINAJE EN LÍNEA, quizá parezca que no está relacionado con lo que cuento en esta entrada pero tiene mucho que ver. En principio patinar en línea (cualquier tipo de patinaje, en realidad) puede parecer un deporte individual y lo cierto es que lo es. Nunca se me han dado bien los deportes en equipo o quizá mi inseguridad en temas físicos me ha hecho huir de ese tipo de deportes y por eso elegí el patinaje, pero estaba equivocado.
En un principio tienes que aprender a mantener el equilibrio, dominar la postura, comenzar con los primeros movimientos... es un trabajo personal, aunque te lo expliquen nadie lo puede hacer por ti. Pero luego te vas dando cuenta de que has de tener control sobre el entorno, principalmente sobre los obstáculos pero también sobre aquellos elementos que te pueden facilitar la tarea ¿de verdad a nadie le recuerda esto al trabajo social?
Hace unos días fui a mi primera carrera, mi primera competición roller. Puede parecer que este tipo de competición es individual, de hecho la clasificación lo es, entonces ¿por qué hay equipos? Esto que os voy a contar va a recordaros mucho al ciclismo, aunque yo no lo he practicado. Durante la carrera, para ser más eficaz pero sobre todo para ser más eficiente, es recomendable la estrategia de hacer trenes.
Los trenes pueden tener un número variable de patinadores, pero la estrategia es la misma: patinar en línea, a una muy corta distancia entre los patinadores intentando coordinar el ritmo y las patinadas. Cada cierto tiempo se hacen relevos para que cambie el "maquinista". Quien va delante asume un mayor trabajo, pues se enfrenta a la resistencia del viento, pero esto facilita la tarea a quienes van detrás, por eso hay que hacer relevos, para que todos acaben realizando el mismo esfuerzo. ¿Es o no es eficiente esta estrategia?
Pero ¡cuidado! también hay mucho riesgo si no se domina la técnica, porque si uno cae hay muchas posibilidades de que parte del equipo vaya detrás. Los patines, igual que el trabajo social, son una cosa muy seria.
Termino agradeciendo a todos mis equipos de trabajo lo mucho que me facilitan la tarea y animo a la reflexión sobre esta cuestión: ¿hasta qué punto el trabajo social se puede ejercer en solitario?
Me ha encantado formar parte de ese tren compitrueno. Pienso que no siempre podemos hacer las cosas sólos, siempre se necesita ayuda de alguien en mayor o menor medida. Siempre viene bien otro punto de vista,que alguien te eche un cable o repartir el trabajo para hacerlo mas llevadero. Y si encontramos algun cono por el camino que nos haga caer...pues nos levantamos aunque nos cueste.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, qué bueno contar con personas como tú en cualquier equipo, en este caso de patinaje, pero podría ser cualquier otro. Muchas gracias y por más conos que nos tiren seguiremos cooperando!!! Abrazote.
EliminarMuy bueno el artículo y tu capacidad de relación de actividades que, en principio, no tienen nada que ver.
ResponderEliminarY ese trabajo en equipo (ayuda, colaboración, compartir, repartir,...), consultar, contrastar, planificar y evaluar son tan necesarias también en tantos otros trabajos (sobre todos en los que tratan de cuidar a las personas) e incluso en nuestra vida personal, que deberíamos tenerlo siempre presente y que fueran la referencia de nuestras actuaciones.
Pero la politización de las instituciones responsables y el egoismo personal muchas veces nos ciega... y nos hace solo poder vernos el ombligo.
Enhorabuena por tu artículo y reflexión
Hará falta insistir mucho en esto de trabajar en equipo y poner los ejemplos que hagan falta para que la gente se lo vaya metiendo en la cabeza, no hay que desistir porque creo que es la única o al menos la mejor manera de lograr resultados satisfactorios. Ya sabes, colaborar es siempre más beneficioso para todos que competir. Gracias por tu comentario, un abrazo grande!!!
EliminarEstupendo artículo, es verdad que tu facilidad para transmitir ideas y para relacionar cosas que nada tienen que ver entre si, no tiene límite. Esta vez relacionando tu profesión y uno de tus hobbies. Me encanta volver a leer uno de tus artículos.
ResponderEliminarEnhorabuena por el reto conseguido!!
Siempre dándole a la cabeza porque con ejemplos todo entra mejor, no te parece? Me alegro que hayas disfrutado del artículo, a ver si consigo darle un poco de movimiento a la raíz de la mandrágora. Muchas gracias!!
EliminarMe encantó tu artículo, yo siempre digo que la misión del trabajo social es tan grande que solo se logra teniendo muchos cómplices.
ResponderEliminarTienes toda la razón, no sé si hay muchas profesiones que toquen tantos ámbitos como la nuestra, es difícil. Muchas gracias por tu comentario Murine, un abrazo!!
EliminarTotalmente de acuerdo. El trabajo en equipo, el trabajo en Red, el trabajo junto a la persona que intervenimos,son para mi esencias en la práctica del trabajo social
ResponderEliminarHas nombrado tres dimensiones fundamentales, que también lo son para mí. Aunque en este artículo no lo he tocado mucho, la colaboración mutua con la persona objeto de intervención me parece fundamental. Muchas gracias por tu participación Carolina, una abrazo!!
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